Perdón (Sergio De Loof)

Perdónes la última obra total en la que estuvo trabajando Sergio De Loof durante todos estos años. Un libro que es un diario íntimo, una autobiografía, un ensayo sobre la vida mundana y también una novela. Escrito con una capacidad sin límites de ir y venir, decir y desdecirse, hacer, rehacer y deshacer. Un genio de lo efímero que desenrolla ante nuestros ojos su habilidad para narrar y para desdoblar reflexiones sobre el arte y sobre las posibilidades mismas de la narración. Fresco, ligero, veloz, divertido, desfachatado, dramático, conectado con él mismo y con su entorno, humilde y agrandado. Narcisista, exotista, hedonista.Perdónestá llamado a integrar un lugar fundamental entre las obras heroicas de nuestro tiempo.Francisco GaramonaEn el árido campo del rock y del punk, el canto deloffiano diseminó un glam criollo, modos no heterosexuales de relación, y en ese plano fue una revolución. En los espacios que inventaba, ponía velas y lámparas a kerosene, arañas de cristal con caireles comprados en las ferias de segunda mano. Anacrónico y a la vez situado en el centro mismo del presente, ideaba y decoraba espacios que devinieron en sistemas de referencia del arte, la moda, la música y la noche.Laura RamosLa paradoja de De Loof es la del rey que se disfraza de mendigo; es el artista que, queriendo ser popular, estaba condenado a ser un aristócrata, a que su mirada fuera distinta, a limpiar de metales todo lo que tocaba con su barro de ilusión y vicio. Pero lo que quería ser, no lo fue, o lo fue solo ocasionalmente: ese artista masivo y tapado de encargos, harto de los periodistas que lo persiguen, suele ser la fantasía neurótica del artista real.Claudio Iglesias