Piedad BonnettEditorial LlanténLos hombres tristes no bailan en parejaLos hombres tristes ahuyentan a los pájaros.Hasta sus frentes pensativas bajanlas nubesy se rompen en fina lluvia opaca.Las flores agonizanen los jardines de los hombres tristes.Sus precipicios tientan a la muerte.En cambiolas mujeres que en una mujer haynacen a un tiempo todasante los ojos tristes de los tristes.La mujer—cántaro abre otra vez su vientrey le ofrece su leche redentora.La mujer—niña besa fervorosasus manos paternales de viudo desolado.La de andar silencioso por la casalustra sus horas negras y remiendalos agujeros todos de su pecho.Otra hay que al triste presta sus dos manoscomo si fueran alas.Pero los hombres tristes son sordos a sus músicas.No hay pues mujer más sola,más tristemente sola,que la que quiere amar a un hombre triste.
Ubicación de la tienda | Argentina |
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