La ashwagandha no solo es originaria de Asia, sino que también se encuentra en el sur de Europa, en el noreste de África y en los archipiélagos presentes en el Atlántico norte, cerca del continente africano. La utilización de la ashwagandha en diferentes enfermedades y patologías y los efectos positivos en la salud de los seres humanos, ha generado un gran interés en los científicos en el estudio de la composición química de esta planta. Los resultados de las investigaciones indican que este arbusto posee numerosas propiedades, entre ellas:AntioxidantesAntiinflamatoriasAstringentesAntitumoralesAntibacterianasAntiparkinsonianasAnsiolíticas y antiestrésHipolipidemiantesInmunomoduladorasNootrópicasControla la ansiedad y el estrés: gracias a sus propiedades adaptógenas, la ashwagandha se utiliza como remedio natural para estabilizar el estado del ánimo, ya que actúa sobre el cortisol, reduciendo el estrés y disminuyendo los niveles de ansiedad.Evita el deterioro de las funciones cognitivas: los componentes bioactivos de la ashwagandha, sobre todo el withanólido A y la whitanona, poseen propiedades nootrópicas lo que significa que mejoran la actividad cerebral, estimulando la memoria y favoreciendo y facilitando la capacidad de aprendizaje. Existen estudios realizados en personas con deterioro cognitivo leve en los que se han obtenido resultados positivos gracias a la ashwagandha.Mejora las funciones del sistema reproductivo: existen evidencias que la ashwagandha favorece la fertilidad en hombres sanos e incrementa la calidad del esperma, ya que mejora la motilidad de los espermatozoides y aumenta el volumen y la concentración espermática. Además, aumenta los niveles de testosterona.Mejora el rendimiento físico: estudios sugieren que esta planta puede incrementar el desempeño físico, puesto que incrementa el consumo máximo de oxígeno y aumenta los niveles de fuerza.Previene y retarda el daño celular: por sus propiedades antioxidantes, la ashwagandha es capaz de eliminar los radicales libres del sistema inmune, previniendo y retrasando los daños producidos en las células. Por ende, su papel es clave en la prevención de ciertas enfermedades.Favorece el sueño: la ashwagandha facilita el sueño y ayuda a mitigar el insomnio. De hecho, estudios realizados en ratones han comprobado que, gracias a los compuestos químicos presentes en la planta, la fase correspondiente al sueño profundo se asienta.Alivia los dolores por inflamación: por sus propiedades antiinflamatorias reduce los dolores producto de inflamaciones, por ejemplo en pacientes con artritis o artrosis.Tiene un papel terapéutico en los trastornos relacionados con el Sistema Nervioso Central (SNC): estudios realizados en los componentes activos de la ashwagandha indican que esta planta puede ser utilizada para tratar enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer.